JESÚS, el BUEN PASTOR !!... (dar click!).

JESÚS, el BUEN PASTOR !!... (dar click!).
JESÚS, el BUEN PASTOR !!... (dar click!).

SANTO PADRE :

SANTO PADRE :
SANTO PADRE : ORAMOS POR TI !!....

mercoledì 21 luglio 2021

SANTA MARÍA MAGDALENA. Nuevo Prefacio. CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO (22 julio)



Queridos hermanos :
recordando a nuestra querida María Magdalena y al nuevo prefacio que se recita en la santa misa, debemos resaltar dos puntos muy intereresantes :

1. El jardín del Huerto, donde estaba el sepulcro de Jesús, y en el cuál le regala su manifestación gloriosa.
2. Su misión: anunciar a los apóstoles y esa su noticia ha llegado hasta nuestros días!!
3. La comparación de los dos "jardines", el del Paraíso y el del huerto, donde estaba la tumba de Jesús. Mientras el 1º significa la "vida" que deviene en "muerte"; el 2º significa la "muerte", que deviene en "vida" !!!..

Y la Iglesia a través de esta modificación de elevar su memoria a la grado de fiesta, nos la propone como ejemplo de seguimiento a Cristo y labor apostólica en nuestras vidas.
A continuación, les dejo el documento...



DOCUMENTO :

EL NUEVO PREFACIO DE SANTA MARIA MAGDALENA 

Con decreto de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, del 3 de junio 2016, la celeración de santa  María Magdalena ha sido elevada al grado de fiesta en el Calendario Romano y, dada la peculiaridad de la Santa, ha sido enriquecida de un prefacio propio para inserir el Misal Romano, en el 22 de julio.




Si en este día , del s.X se veneraba en Constantinopla "Santa María Magadalena, la Mirófora", la tradición occidental, siguiendo la interpretación de san Gregorio Magno había generalmaente unido en la misma persona a María de Magdala, la pecadora perdonada y a María de Betania, hermana de Martha y Lazaro.


María Magdalena









La mujer pecadora




María, hermana a Martha y Lázaro










 
Y así se comenzó a conmemorarla litúrgicamente en Occidente el 22 de julio, en Roma del s. XI, certificándose así, por todo el siglo XII.




Se conocen algunos prefacios medievales, de área hispánica, ambrosiana y francesa, que declinan el recuerdo de santa María Magdalena a la luz de las tres mujeres evangélicas. (cf. Corpus praefationum, CCSL 161, nn. 164, 609, 1154, 1281, 1573, 1585).


María Magdalena







La mujer pecadora, que unge los pies de Jesús


María, hermana de Martha y Lázaro











Fue la reforma de los libros litúrgicos después del Vaticano II a reservar el 22 de julio la memoria solo de María Magadalena, revisando lecturas, oraciones y antífonas de la Misa y del Oficio.




Un prefacio en honor de la Magadalena - unifica las tres figuras - es certificado por la tradición ambrosiana (cf. n. 609 del Corpus praefationum), donde hasta la reforma postconciliar figuraba en el Misal Ambrosiana el 22 de julio, junto a la prescripción de recitar el Credo durante la misa, así explicada por Schuster: 
<<Los griegos regalan a  María de Magdala el título glorioso de "isapóstolos", porque ella fue la primera que anunción al mundo, primero a los mismos apóstoles, la resurrección del Señor.



Por esto, en la misa del día se recita el Credo>>
 (Liber sacramentorum, vol. VIII, Torino 1927, p. 94). El Misal Ambrosiano de este día (Mediolani 1981, n. 349/6, p. 681) ha cambiado el texto del prefacio, para armonizarlo con el recuerdo solamente de María de Magadala.



También el nuevo prefacio del Misal Romano se encuadra en la actual fisonomía de la fiesta, aclarada por el Evangelio de Jn 20,1-2.11-18 (el Misal del 1962 indica el pasaje de la pecadora perdonada de  Lc 7,36-50). 



De hecho, se escucha hoy la narración de la aparición del Resucitado y de su progresivo develarse a María de Magdala, revestida del mandato preciso de ir a anunciar a los apóstoles el Misterio experimentado por ella.



He aquí el texto :

"En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
aclamarte siempre,
Padre todopoderoso,
de quien la misericordia
no es menor que el poder,
por Cristo, Señor nuestro.
El cual se apareció visiblemente en el huerto
a María Magdalena,
pues ella lo había amado en vida,
lo había visto morir en la cruz,
lo buscaba yacente en el sepulcro,
y fue la primera en adorarlo
resucitado de entre los muertos;
y él la honró ante los apóstoles
con el oficio del apostolado
para que la buena noticia de la vida nueva
llegase hasta los confines del mundo.

Por eso, Señor,
nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:

Santo, Santo, Santo…"
(Traducción del Prefacio. Fuente : Revista Ecclesia)



En el protocolo inicial se ha insertado la bella expresión que alaba al Padre omnipotente, «cuius non minor est misericordia quam potestas», sacada del  Missale Gothicum Vat. Reg. lat. 317 (edito da L.C. Mohlberg, Herder Roma, n. 70, p. 21). 




El cuerpo del prefacio fija entonces la atención sobre dos acciones de Cristo :

«apparuit Mariae Magdalenae… et honoravit eam apostolatus officio». 



Sobre todo, se dice que después de haber estado preso por quién no es, Cristo se manifiesta claramente a María en el jardín cerca al sepulcro vacío, llevándola a haccer memoria del pasado a la luz de la eperiencia presente, resumida en cuatro verbos -  «dilexerat, viderat, quaesierat, adoraverat» - teniendo por objeto a Aquél que había amado de vivo, visto morir en la cruz, buscado hasta ser dejado en el sepulcro, y ahora, adorado resucitado de entre los muertos.




No es ecepción, el detalle que permanece en las referencias «viventem, morientem, iacentem, resurgentem». 



La fuente de tal secuencia, con el agregado nuevo del último término, es un pasaje del  De vita beatae Mariae Magdalenae, atribuída a Rabano Mauro pero datado en el s. XII (une en una a las tres Marías), que así describe la mirada creyente de la Magdalena: «crediditque indubitanter, quem videbat Christum Filium Dei, verum esse Deum, quem dilexerat viventem; vere a mortuis resurrexisse, quem viderat morientem; vere Deo Patri esse aequalem, quem quaesierat in sepulcro iacentem» (cap. XXVI, PL 112, 1474). 



El hecho que María fue la "primera" en ver al Resucitado,lo testimonia el mismo evangelio de Juan. El dato no ha sido olvidado por la tradiciñon litúrgica:lo recuerdan por ej. los citados prefacios n. 1154: «primum se beatae Mariae Magdalenae vivum exhibuit» y el n. 1585: «quem prima resurrexisse nuntiavit a mortuis Iesum Cristum Dominum nostrum», y también el himno de Laudes:  «tu prima vivi ab inferis es testis atque nuntia» (Liturgia Horarum, die 22 iulii); lo reclama también Juan Pablo II en la Mulieris dignitatem en el  n. 16. 



En segundo lugar, el prefacio dice que el Cristo «eam apostolatus officio coram apostolis honoravit». También esta expresión es deudora de un pasaje de la citada Vida atribuída a Rabano Mauro, en la cuál se lee que María: «apostolatus officio quo honorata fuit fungi non distulit…» (cap. XXVII: PL 112, 1475). 



Si fueron los apóstoles a hacer que «bonum novae vitae nuntium ad mundi fines perveniret», fue María a dejarles a ellos, el evangelio del Viviente. Lo recuerda san Gregorio Magno : «Tantumque apud eum locum gratiae invenit, ut hunc ipsis quoque apostolis, eius videlicet nuntiis, ipsa nuntiaret» (Homiliae in Evangelia, Hom. XXV: CCSL CXLI p. 215).



Propiamente esto, «apostolatus officium» recibido del Señor mismo las palabras, de hecho, de ser llamada  «apostolorum apostola» también por santo Tomás de Aquino (In Ioannem Evangelistam expositio, c. XXX, L III, 6), elocuente apelativo que figura como título del nuevo prefacio.




El mismo seudo Rabano Mauro, observaba que  «Salvator… ascensionis suae eam ad apostolos instituit apostolam, digna mercede gratiae et gloriae, primoque et praecipue honoris privilegio, digne pro meritis omnium ministrarum suarum remunerans signiferam, quam ante modicum instituerat resurrectionis evangelistam, et ait illi “Vade ad fratres meos, et dic eis” » (cap. XXVII, PL 112, 1474). 



En fin, el recordar que Cristo «in horto manifestus apparuit Mariae Magdalenae», el prefacio evoca, por contraste, el jardín paradisiaco en el cuál Eva fue anunciadora de muerte.




Tal nexo, no deja a Gregorio Magno, que al respecto ha observado: «Ecce humani generis culpa ibi absciditur unde processit. Quia in paradiso mulier viro propinavit mortem, a sepulcro mulier viris annuntiat vitam, et dicta sui vivificatoris narrat, quae mortiferi serpentis verba narraverat. Ac si humano generi non verbis Dominus, sed rebus dicat: De qua manu vobis illatus est potus mortis, de ipsa suscipite poculum vitae» (Homiliae in Evangelia, Hom. XXV: CCSL CXLI p. 212). El protocolo final es retomado del  praefatio II de Sanctis del Missale Romanum. 









Arthur Roche Arcivescovo Segretario della Congregazione per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti












Prefacio :

APÓSTOL DE LOS APÓSTOLES
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
aclamarte siempre,
Padre todopoderoso,
de quien la misericordia
no es menor que el poder,
por Cristo, Señor nuestro.
El cual se apareció visiblemente en el huerto
a María Magdalena,
pues ella lo había amado en vida,
lo había visto morir en la cruz,
lo buscaba yacente en el sepulcro,
y fue la primera en adorarlo
resucitado de entre los muertos;
y él la honró ante los apóstoles
con el oficio del apostolado
para que la buena noticia de la vida nueva
llegase hasta los confines del mundo.

Por eso, Señor,
nosotros, llenos de alegría,
te aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:

Santo, Santo, Santo…














SAN JOSÉ, TERROR DE LOS DEMONIOS,
Ruega por nosotros!!!...


Nota:
Les dejo el texto original en italiano :

IL NUOVO PREFAZIO DI SANTA MARIA MADDALENA 

Con decreto della Congregazione per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti, del 3 giugno 2016, la celebrazione di santa Maria Maddalena è stata elevata al grado di festa nel Calendario Romano e, data la peculiarità della Santa, è stata arricchita di un prefazio proprio da inserire nel Missale Romanum al 22 di luglio. Se in questo giorno, dal sec. X, si venerava a Costantinopoli “Santa Maria Maddalena la Mirofora”, la tradizione occidentale, seguendo l’interpretazione di san Gregorio Magno, aveva generalmente unito nella medesima persona sia Maria di Madgala, sia la peccatrice perdonata e sia Maria di Betania, sorella di Marta e di Lazzaro. E così si cominciò a commemorarla liturgicamente in Occidente il 22 luglio, a Roma dal sec. XI, attestandosi ovunque nel secolo XII. Si conoscono alcuni prefazi medievali, di area ispanica, ambrosiana e franca, che declinano il ricordo di Santa Maria Maddalena alla luce delle tre donne evangeliche (cf. Corpus praefationum, CCSL 161, nn. 164, 609, 1154, 1281, 1573, 1585). Fu la riforma dei libri liturgici dopo il Vaticano II a riservare al 22 luglio la memoria solo di Maria di Magdala, rivedendo letture, orazioni e antifone della Messa e dell’Ufficio. Un prefazio in onore della Maddalena - unifica le tre figure - è attestato dalla tradizione ambrosiana (cf. n. 609 del Corpus praefationum), dove fino alla riforma postconciliare figurava nel Missale Ambrosianum al 22 luglio, insieme alla prescrizione della recita del Credo durante la messa, così spiegata dallo Schuster: «I Greci donano a Maria di Magdala il titolo glorioso di isapóstolos, perché essa fu la prima che annunziò al mondo, anzi agli Apostoli stessi, la risurrezione del Signore. Per questo nell’odierna messa si recita il Credo» (Liber sacramentorum, vol. VIII, Torino 1927, p. 94). L’odierno Missale Ambrosianum (Mediolani 1981, n. 349/6, p. 681) ha mutato il testo del prefazio, per armonizzarlo con il ricordo soltanto di Maria di Magdala. Anche il nuovo prefazio nel Missale Romanum si inquadra nell’attuale fisionomia della festa, rischiarata dal vangelo di Gv 20,1-2.11-18 (il Missale del 1962 indica il brano della peccatrice perdonata di Lc 7,36-50). Si ascolta infatti oggi il racconto dell’apparizione del Risorto e del suo progressivo svelarsi a Maria di Magdala, investita dal preciso mandato di andare ad annunciare agli apostoli il Mistero da lei sperimentato. Ecco il testo: «Vere dignum et iustum est, aequum et salutare, nos te, Pater omnipotens, cuius non minor est misericordia quam potestas, in omnibus praedicare per Christum Dominum nostrum. Qui in horto manifestus apparuit Mariae Magdalenae, quippe quae eum dilexerat viventem, in cruce viderat morientem, quaesierat in sepulcro iacentem, ac prima adoraverat a mortuis resurgentem, et eam apostolatus officio coram apostolis honoravit ut bonum novae vitae nuntium ad mundi fines perveniret. Unde et nos, Domine, cum Angelis et Sanctis universis tibi confitemur, in exsultatione dicentes: Sanctus». Nel protocollo iniziale è innestata la bella espressione che loda il Padre onnipotente, «cuius non minor est misericordia quam potestas», attinta al Missale Gothicum Vat. Reg. lat. 317 (edito da L.C. Mohlberg, Herder Roma, n. 70, p. 21). Il corpo del prefazio fissa quindi l’attenzione su due azioni di Cristo: «apparuit Mariae Magdalenae… et honoravit eam apostolatus officio». Si dice, anzitutto, che dopo essere stato preso per chi non è, Cristo si manifesta chiaramente a Maria nel giardino presso il sepolcro vuoto, portandola a far memoria del passato alla luce dell’esperienza presente, riassunta in quattro verbi - «dilexerat, viderat, quaesierat, adoraverat» - aventi per oggetto Colui che aveva amato da vivo, visto morire in croce, cercato ormai deposto nel sepolcro, ed ora adorato risorto dai morti. Non sfugge la scansione rimata dei riferimenti «viventem, morientem, iacentem, resurgentem». La fonte di tale sequenza, con l’aggiunta nuova dell’ultimo termine, è un passaggio del De vita beatae Mariae Magdalenae, attribuita a Rabano Mauro ma databile al sec. XII (unisce in una le tre Marie), che così descrive lo sguardo credente della Maddalena: «crediditque indubitanter, quem videbat Christum Filium Dei, verum esse Deum, quem dilexerat viventem; vere a mortuis resurrexisse, quem viderat morientem; vere Deo Patri esse aequalem, quem quaesierat in sepulcro iacentem» (cap. XXVI, PL 112, 1474). Il fatto che Maria fu la “prima” a vedere il Risorto, lo testimonia il vangelo stesso di Giovanni. Il dato non è sfuggito alla tradizione liturgica: lo ricordano ad es. i citati prefazi n. 1154: «primum se beatae Mariae Magdalenae vivum exhibuit» e n. 1585: «quem prima resurrexisse nuntiavit a mortuis Iesum Cristum Dominum nostrum», e anche l’inno ad Laudes: «tu prima vivi ab inferis es testis atque nuntia» (Liturgia Horarum, die 22 iulii); lo richiama anche Giovanni Paolo II nella Mulieris dignitatem al n. 16. In secondo luogo, il prefazio dice che il Cristo «eam apostolatus officio coram apostolis honoravit». Pure questa espressione è debitrice di un passaggio della citata Vita attribuita a Rabano Mauro, in cui si legge che Maria: «apostolatus officio quo honorata fuit fungi non distulit…» (cap. XXVII: PL 112, 1475). Se furono gli apostoli a far sì che «bonum novae vitae nuntium ad mundi fines perveniret», fu Maria a recare ad essi il vangelo del Vivente. Lo ricorda san Gregorio Magno: «Tantumque apud eum locum gratiae invenit, ut hunc ipsis quoque apostolis, eius videlicet nuntiis, ipsa nuntiaret» (Homiliae in Evangelia, Hom. XXV: CCSL CXLI p. 215). Proprio questo «apostolatus officium» ricevuto dal Signore stesso le valse, infatti, di essere chiamata «apostolorum apostola» anche da san Tommaso d’Aquino (In Ioannem Evangelistam expositio, c. XXX, L III, 6), eloquente appellativo che figura come titolo del nuovo prefazio. Lo stesso pseudo Rabano Mauro, osservava che «Salvator… ascensionis suae eam ad apostolos instituit apostolam, digna mercede gratiae et gloriae, primoque et praecipue honoris privilegio, digne pro meritis omnium ministrarum suarum remunerans signiferam, quam ante modicum instituerat resurrectionis evangelistam, et ait illi “Vade ad fratres meos, et dic eis” » (cap. XXVII, PL 112, 1474). Infine, nel ricordare che il Cristo «in horto manifestus apparuit Mariae Magdalenae», il prefazio evoca, per contrasto, il giardino paradisiaco in cui Eva fu foriera di morte. Tale nesso non sfuggì a Gregorio Magno, che al riguardo ha osservato: «Ecce humani generis culpa ibi absciditur unde processit. Quia in paradiso mulier viro propinavit mortem, a sepulcro mulier viris annuntiat vitam, et dicta sui vivificatoris narrat, quae mortiferi serpentis verba narraverat. Ac si humano generi non verbis Dominus, sed rebus dicat: De qua manu vobis illatus est potus mortis, de ipsa suscipite poculum vitae» (Homiliae in Evangelia, Hom. XXV: CCSL CXLI p. 212). Il protocollo finale è ripreso dalla praefatio II de Sanctis del Missale Romanum. + Arthur Roche Arcivescovo Segretario della Congregazione per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti








Nessun commento:

Posta un commento